Internacional.- Estados Unidos dio muerte a Ayman al Zawahiri, el líder de al Qaeda, el pasado domingo en un ataque con dron en Kabul, la capital de Afganistán, coordinado por la CIA.
«Se hizo justicia y este líder terrorista ya no existe», dijo este lunes el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en un discurso televisado.
El presidente Biden afirmó que al Zawahiri «trazó el camino de asesinatos y violencia contra ciudadanos estadounidenses».
Biden dijo que él había dado la autorización para el «ataque de precisión» contra el extremista egipcio después de meses de planeación.
Su padre fue profesor de farmacología en la Universidad del Cairo, su abuelo fue gran imán de al-Azhar, el centro de enseñanza islámica sunita en Medio Oriente, y uno de sus tíos fue primer secretario general de la Liga Árabe.
Al Zawahiri se involucró en el islamismo político mientras todavía asistía a la escuela y fue arrestado a la edad de 15 años por ser miembro de la proscrita Hermandad Musulmana, la mayor y más antigua organización islámica en Egipto.
Sin embargo, sus actividades políticas no evitaron que se graduara de médico en 1974 y luego obtuviera una especialización en cirugía ocular cuatro años después.
Al principio continuó con la tradición familiar, desarrollando una clínica médica en un suburbio del Cairo, pero pronto se vio atraído a grupos islamistas radicales y en 1973 se unió a la recién fundada Yihad Islámica Egipcia, opuesta al gobierno secular de su país.
En 1981 fue arrestado con otros miembros de la organización acusados del asesinato del presidente Anwar Sadat durante un desfile militar.
Aunque no se le vinculó con el asesinato de Sadat, cumplió una sentencia de tres años de cárcel por posesión ilegal de armas. Según sus colegas reclusos, Al Zawahiri fue regularmente torturado y golpeado durante ese período, una experiencia que supuestamente lo transformó en un extremista fanático y violento.
Tras ser puesto en libertad en 1985, se trasladó a Arabia Saudita. Poco después se dirigió a Pakistán y luego a la vecina Afganistán, donde estableció una facción de la Yihad Islámica Egipcia, mientras trabajó como médico en ese país durante la ocupación soviética.
Fue una figura central en una serie de ataques contra objetivos gubernamentales en Egipto y una campaña violenta para establecer un estado islámico en los 90 que cobró la vida de más de 1.200 egipcios, reseña BBC.