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¿Cuánto depende Taiwán de China?

China está mostrando sus músculos contra Taiwán. El gobierno de Beijing reaccionó a la visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, con maniobras militares y lanzamientos de misiles.

Ahora China impuso sanciones a la isla autónoma. Inicialmente, solo se vieron afectados los cítricos, los filetes de caballa y otros productos pesqueros. Incluso antes de la visita de Pelosi, Beijing había cancelado las importaciones de más de un centenar de productores taiwaneses de alimentos.

Además, Taiwán ya no puede importar arena de China, de la cual depende la industria de la construcción. Luego, China incluso impuso sanciones a la propia Pelosi. Una industria importante quedó fuera de la disputa: componentes electrónicos, como los microchips y los componentes ópticos, de los cuales la economía china no puede darse el lujo de prescindir. ¿Cuán integradas están las dos economías?

Una potencia en la costa de China

Taiwán es un poco más grande que el estado estadounidense de Maryland, o aproximadamente la mitad del tamaño de Escocia, y tiene una población de 23 millones de personas, lo que es poco más de una cuarta parte de la población de Alemania. Y al igual que Alemania, Taiwán es conocido en todo el mundo por sus productos industriales manufacturados.

Su industria de semiconductores altamente desarrollada es tan importante para Taiwán como lo es la industria automotriz para la economía alemana. Y una comparación con Alemania muestra cuán dependiente es Taiwán de las exportaciones. Alrededor del 70 por ciento de la producción económica de Taiwán se atribuye a sus exportaciones. En Alemania fue de el 47 por ciento en 2021.

Pero, mientras que el producto interno bruto (PIB) per cápita de 2021 en China fue de 12.259 dólares, en Taiwán fue casi tres veces más alto, 33.775, según datos del Fondo Monetario Internacional.

La visita de Nancy Pelosi ha enojado no solo a China, sino también a algunos ciudadanos taiwaneses.

Comerciando productos en masa por semiconductores

En general, China es el socio comercial más importante de Taiwán, seguido de Estados Unidos. Más del 42 por ciento de las exportaciones de Taiwán van a China, de donde Taiwán obtiene alrededor del 22 por ciento de sus importaciones. En 2020, se intercambiaron bienes y servicios por un valor de 166 mil millones de dólares entre los dos países.

Taiwán también se encuentra entre los principales inversores del continente. Según el gobierno de Taipéi, entre 1991 y finales de mayo de 2021, las empresas taiwanesas invirtieron alrededor de 194.000 millones de dólares en un total de 44.577 proyectos chinos. Las fábricas del productor de chips Foxconn son uno de los ejemplos más conocidos. El fabricante manufactura iPhones para Apple, teléfonos inteligentes Galaxy para Samsung y consolas de juegos para Sony en plantas de toda China.

Y el hecho de que los semiconductores y otras tecnologías informáticas representen más de la mitad de todas las exportaciones de Taiwán muestra cuán importante es el país para el resto del mundo, incluida China.

Puesto de forma sencilla: China suministra materias primas clave como tierras raras y componentes electrónicos de gama baja producidos en masa, mientras que Taiwán exporta semiconductores de alta tecnología y componentes ópticos al continente para compensar la falta de conocimientos técnicos de China.

El objetivo central de China es lograr la capacidad de producir chips de alta gama. Los líderes del partido han enfatizado esto repetidamente en proyectos como Hecho en China 2025. Sin embargo, hasta ahora no han podido ponerse al día.

Los parques industriales como el de Hsinchu son centros de investigación y conocimiento tecnológico.

¿Es inminente una invasión?

No obstante, una vez que se alcance ese objetivo, algunos expertos creen que las cosas podrían ponerse difíciles para Taiwán. El presidente chino Xi Jinping finalmente podría actuar para reunificar la isla con el continente. China ha declarado repetidamente su objetivo de unir a Taiwán con el continente para el centenario de la fundación de la república en 2049 a más tardar, a la fuerza si es necesario.

Pero probablemente sucederá mucho antes, según Roderich Kiesewetter, presidente del Comité de Asuntos Exteriores del Parlamento alemán y vicepresidente del Panel de Supervisión Parlamentaria, que es responsable de monitorear la agencia alemana de inteligencia.

Kiesewetter dejó clara su opinión en una reciente entrevista televisiva. «Hasta ahora, nuestros parámetros eran tales que decíamos: ‘si China es capaz de producir semiconductores con la misma precisión, velocidad y cantidad, y eso probablemente no sería hasta 2027, entonces es probable que se produzca un ataque’”, sostuvo. «Pero hay escuelas de pensamiento en China que dicen que ahora mismo Occidente está muy ocupado con la guerra contra Rusia y apoyando a Ucrania”, agregó.

Según Beijing, los estadounidenses no tienen la fuerza para librar dos guerras en dos frentes. Kiesewetter cree que China no está lista para una invasión. Sin embargo, hay señales de advertencia. «Tenemos que prepararnos para una escalada más rápidamente, pero no en los próximos meses”, dijo.

Los gigantes de fabricación de chips de Taiwán, como TSMC, todavía mantienen una ventaja tecnológica sobre sus rivales chinos.

Los negocios son la primera prioridad de China

Kishore Mahbubani dijo que estaba claro que China haría valer sus intereses de una manera cada vez más despiadada en el futuro. Su libro ¿Ganó China? explora lo que sucederá cuando China supere a Estados Unidos como la economía más grande del mundo.

Mahbubani no cree que Beijing use la fuerza militar para apoderarse de Taiwán todavía. Los chinos están mucho más interesados ​​en los negocios que en las ideologías. Para los que toman las decisiones en Beijing, los riesgos claramente superan las oportunidades, enfatizó el politólogo, diplomático y expresidente del Consejo de Seguridad de la ONU en una entrevista con Bloomberg TV.

Los funcionarios chinos no piensan en términos de años, de acuerdo Mahbubani, sino en términos de décadas. Los chinos se están asegurando de tener una economía más grande que la de Estados Unidos y recordarán todo lo que sucedió en el pasado. «Ahí es cuando vendrán todas las represalias reales, las respuestas reales”, advirtió, «cuando China finalmente se convierta en la economía número uno del mundo». (rr/dzc)

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