GINEBRA.- Rusia está reforzando la represión en el territorio ucraniano de Crimea, que se anexó en 2014 y donde no tolera ningún viso de crítica a su agresión a Ucrania, dijo hoy la ONU, que denunció el aumento de detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas y torturas en ese territorio.
Las violaciones de los derechos humanos en la península han sido una constante desde que está bajo control ruso, pero la situación se ha agravado en los últimos meses, mientras la atención internacional se concentra en la guerra en Ucrania.
La ONU señaló que teme que lo que pasa en Crimea se repita en otros territorios de Ucrania que Rusia ha ido ocupando desde el inicio de la guerra, el pasado 24 de febrero.
«En Crimea, Rusia continúa aplastando la libertad de expresión, aplicando una legislación que penaliza cualquier crítica a Rusia o a sus fuerzas armadas, sea real o percibida como tal», declaró hoy desde Odesa la jefa de la Misión de Derechos Humanos de la ONU en Ucrania, Matilda Bogner.
Hay evidencias de que desde marzo al menos 89 habitantes de Crimen han sido juzgados por «actos dirigidos a desacreditar a las fuerzas armadas rusas».
Bogner sostuvo que la represión no perdona ni siquiera las formas más pacifistas de disensión.
Los profesores de Crimea que no están de acuerdo con seguir la retórica oficial rusa que implica llamar a la guerra una «operación militar especial» se enfrentan a sanciones y represalias.
Los defensores de los derechos humanos son perseguidos por su trabajo y los abogados que los defienden son intimidados, relató la representante de la ONU.
Otro aspecto que se está observando es que cualquiera que cruce la frontera administrativa entre Ucrania y Crimea debe pasar por la «filtración» de los servicios de seguridad rusos y que esto significa exponerse a terminar desaparecido o torturado.
Asimismo, Bogner sostuvo que miembros de la comunidad tártara siguen siendo víctimas de acoso, redadas policiales y persecución bajo la justificación de una ley antiterrorista que ha llevado a que los tártaros detenidos sean enviados a zonas remotas de Rusia para cumplir sus sentencias.
EFE
