La «cultura de la acogida» choca con la realidad de los recursos: funcionarios locales de toda Alemania afirman que en sus esfuerzos por acoger a los refugiados ya no dan a basto para atenderlos como es debido.
Funcionarios de Cottbus, una ciudad del este, a unos 90 minutos de Berlín, dijeron a DW que tienen casi copado el espacio para alojar refugiados, aunque la vivienda aquí no es un problema como en casi todo el resto de Alemania.
Los refugiados ucranianos en Cottbus viven en sus propios alojamientos, no en albergues, explica el portavoz de la ciudad, aunque no todos están amueblados. El mayor reto para Cottbus es integrar a los migrantes y refugiados, ofreciendo educación y asistencia sanitaria adecuadas.
Municipios se quedan sin recursos para financiar atención
«El gobierno federal nos reembolsa los costos iniciales del asilo, pero no los de operación», dice Stefanie Kaygusuz-Schurmann, directora del departamento de educación e integración de Cottbus. La ciudad carece de intérpretes y personal para ofrecer ayuda adicional, agrega, por lo que depende de la generosidad de los ciudadanos voluntarios.
La funcionaria alaba los consultorios médicos que luchan por mantener su carga de pacientes habituales, a la vez que atienden a los refugiados de la guerra contra Ucrania.
Cottbus se convirtió en el centro del éxodo ucraniano a Alemania tras la invasión rusa de febrero. Muchos del millón de refugiados registrados en el país pasaron por esta ciudad de 100.000 habitantes. Unos 1.500 se han asentado aquí, según las estadísticas de la ciudad. Un tercio está en edad escolar. Eso significa que unos 500 niños y jóvenes, con distintos niveles de educación, habilidades lingüísticas y traumas causados por la guerra, necesitan ser incorporados rápidamente al sistema escolar local. El problema, dice a DW Jan Glossmann, portavoz del alcalde de Cottbus, es que «el dinero no se está repartiendo bien”.
A más habitantes, más refugiados asignados
La migración es en gran medida una cuestión de ámbito federal. La distribución de los refugiados se basa en un algoritmo que tiene en cuenta la población y los ingresos fiscales de un estado. Esto significa que el populoso y comparativamente rico estado de Renania del Norte-Westfalia recibe alrededor del 21% de los refugiados de Alemania, según la Oficina Federal de Migración, mientras que el estado oriental de Brandeburgo, donde se encuentra Cottbus, recibe el 3%.
La fórmula puede funcionar sobre el papel, pero a principios de septiembre, 12 de los 16 estados alemanes informaron de que estaban al límite, según el Ministerio Federal del Interior. A principios de este mes, Cottbus saltó a los titulares nacionales al anunciar que no aceptaría más refugiados. Entre sus principales exigencias a nivel nacional y europeo estaba una distribución más «equitativa» de los refugiados.
Kaygusuz-Schurmann cree el plan de distribución de los refugiados en la Unión Europea es problemático. Mientras Alemania y Polonia han acogido a más de un millón de refugiados ucranianos, Francia solo ha recibido a unos 100 mil, según ha confirmado la ONU.
«Ya hemos acogido a más refugiados que en el año récord de 2015», dijo a DW Gerald Knaus, presidente de la Iniciativa Europea de Estabilidad. A la preocupación de que un ecrudencimiento de los ataques rusos aumente el número de refugiados ucranianos, se suma el flujo de quienes escapan del régimen talibán de Afganistán, de la dictadura religiosa de Irán y de los rusos que esquivan el servicio militar.
(jov/er)
