El principio de «Un país, dos sistemas» permite a Hong Kong mantener oficialmente libertades inexistentes en la China continental durante 50 años -es decir, hasta 2047-, aunque en los últimos años esas libertades se han visto mermadas y se han sucedido procesos judiciales contra quienes organizaron las multitudinarias protestas prodemocráticas de 2019, contra figuras opositoras o contra medios de comunicación críticos con Pekín.
Aunque las protestas se diluyeron con el inicio de la pandemia del Covid-19, China las desactivó definitivamente a mediados de 2020 al imponer una polémica ley de seguridad que acabó con los activistas más destacados del movimiento prodemocrático exiliados o en prisión.
Durante su discurso hoy, Lee aseguró que la citada legislación ha llevado a la ciudad «del caos a la prosperidad» y que «los próximos cinco años serán vitales para que Hong Kong prospere en todos los aspectos».
Xi intervino tras Lee para asegurar que el modelo de «Un país, dos sistemas» es apoyado tanto por los residentes de la parte continental de China como por Hong Kong y que «no hay necesidad de cambiar un sistema que funciona».