El hígado graso, también conocido como esteatosis hepática, es una afección en la que se acumula grasa en el hígado. Actualmente no hay tratamientos aprobados para tratar esta condición, por lo que es determinante tener un estilo de vida saludable y evitar el consumo de ciertos medicamentos que podrían empeorar la salud.
Según el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de Estados Unidos (NIDDK, por sus siglas en inglés), hay dos tipos de esteatosis hepática: la enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA) y la enfermedad del hígado graso alcohólico (EHGA).
La primera se asocia con factores como la obesidad, la diabetes, el colesterol alto y el síndrome metabólico. La segunda se debe al consumo excesivo de alcohol.
El NIDDK también indica que no hay medicamentos aprobados específicamente para tratar la esteatosis hepática, por lo que es importante cuidar la salud del hígado evitando algunos fármacos que pueden ser perjudiciales.
En relación a los medicamentos, es fundamental tener en cuenta que ciertos fármacos pueden dañar el hígado, menciona Sportlife.
Entre los medicamentos que se deben evitar o usar con precaución si se tiene hígado graso se encuentran el paracetamol o acetaminofen, un analgésico y antipirético muy común.
El portal citado señala que este fármaco se metaboliza en el hígado y si se toma en dosis altas o superiores a las recomendadas puede generar sustancias tóxicas que dañan las células hepáticas.
Otro medicamento que puede causar problemas hepáticos es el ibuprofeno, un antiinflamatorio no esteroideo (AINE) que se usa para aliviar el dolor, la inflamación y la fiebre. El ibuprofeno puede provocar toxicidad hepática y también efectos adversos en el sistema digestivo, apunta el portal.
El consumo a la ligera de algunos de estos fármacos podría traer problemas como toxicidad directa en las células del hígado.
